Farewell party

Anoche fue mi fiesta de despedida.  Dejo mi casa, mi trabajo, mis espacios y mis ritmos para estar en otra sintonía a la que alguna vez pertenecí. Regreso a comer bollitos de elote con carne de puerco, sólo la mitad, que muy rico muy rico pero bien que hacen mal.  Me llevaré mi almohada  la que cada noche pateo y recogo con la misma dedicación cada mañana. No qué, me siento mal y le pido disculpas. Mi  vida se suspenderá mientras vuelvo. No tengo idea quien regará mis plantas, supongamos que alguien las riega, ese alguien no se quedará más de media hora platicando con ellas. Bueno quizá si dejo cervezas en el refri  puede que..!  Una divertidísima cena, tan fresca, tan rica, tan mona. Intenté pero no puedo con Payaso de Rodeo, no me inviten a sus bodas si van a poner esa eh. Tequila en botella de Swarovki, dice Pasi.  Langosta con un precioso color naranja del lado oeste de Canadá y desde Corea el Gangnam Style. Me reí mucho y no me puse nada triste. Luego las fotos que se me olvido la cámara en la casa de la fiesta.   Nada más inspirador que compartir parte de mi esencia y recibir parte de alguien más repleto de momentos espontáneos. La vida me gusta así, la mía. A ti que te guste la tuya!

  

Hace unos días de mucho frío vi la película  Ruby Sparks , al fin y al cabo la vida es como nuestra propia peli, si te gusta escribir la escribes y si no, pues sólo la vives o te la comes. Me gustó mucho porque estéticamente es perfecta y se trata de una historia entretenida que a la vez da que pensar. O si eres de las que te gusta nomás ver pero no quieres pensar, quédate con los diálogos, con las situaciones absurdas, con la manera exagerada de extrañar y con ese acento francés tan particular,  con que el perro se llama Scotty por Scott Fitzgerald o con el fleco de ella que es absolutamente envidiable. Enamórate del fresco departamento de él y del bonito vestido rojo manzana de ella. O con la posibilidad de hacer algo diferente cada día.
 

 Yo me voy que tengo sed de Coca...!